Caspian apenas empezaba a quedarse dormido cuando recibió una nueva visita.
Se relajó visiblemente al ver que solo era Jael, levantándose de rodillas mientras el Beta entraba luciendo bastante desaliñado.
—¿Estás bien? —preguntó Jael.
—Me has quitado las palabras de la boca —Caspian lo observó preocupado—. ¿Te metiste en una pelea?
Jael se sentó en el borde de la cama con un pesado suspiro de alivio, —Más o menos.
—Bien, yo estoy bien, ¿ganaste? —dijo Caspian ligeramente, contento de tener una conversación que no estaba cargada emocionalmente.
Jael se quedó callado con eso, poniendo a Caspian en máxima alerta. El Beta estaba completamente ileso, era más como si hubiera estado en un forcejeo que en una verdadera pelea.
—¿Quieres irte? —preguntó el Beta en cambio, volteando completamente la conversación de lado.
Caspian lo pensó, aunque ya sabía la respuesta.