Arwen sonrió suavemente antes de extender las manos hacia las de Beca. —Sé que si quisiera esto, me dejarías tenerlo, tía Beca. Pero realmente no lo quiero. Así que, por favor, tómalo de vuelta —dijo, colocando la caja en su mano.
Beca miró el anillo y suspiró en su corazón. Asintiendo, aceptó la caja de Arwen y se la entregó al mayordomo. —Sr. Jones, por favor guarde esto en mi habitación. Quiero pasar un poco de tiempo con Arwen primero.
Sr. Jones asintió y dejó a las dos solas. Arwen sonrió suavemente a Beca mientras caminaban hacia el jardín y tomaban asiento bajo la sombra.
—Tía Beca, ¿hay algo de lo que quieres hablar conmigo? —preguntó Arwen, intuyéndolo por la forma en que Beca la miraba.
Beca dio una sonrisa cómplice. —¿Es tan obvio en mi cara?