Beca se quedó desconcertada, por un momento, sin entender lo que Catrin pretendía decir.
—Beca —comenzó Catrin, con un tono suave pero firme—, elegí a los Fosters como la segunda familia de Arwen porque creía en ti. Sabía que la protegerías, que estarías a su lado y que la tratarías como si fuera tu propia hija. Por eso estoy dispuesta a pasar por alto todo lo que Ryan le hizo.
Pero sus palabras solo hicieron que Beca frunciera el ceño. —No deberías, Catrin —continuó diciendo—. No deberías ignorar todas las cosas que Ryan le hizo a Arwen. Tú eres su madre. En todo este mundo, tú deberías ser la última persona en ignorar todo lo que Arwen ha sufrido. Esto es cruel, ¿cómo puedes siquiera decir eso?