Desde que la Reina Cisne todavía no había resultado dañada, no se atrevían a oponerse a su rey por ahora. Mientras el Rey Bestia no lastimara a su Reina, los generales hombres bestia y los soldados seguirían siendo sus súbditos más leales.
—Ve y diles esto a los soldados bajo tu mando; quien pueda capturar a ese traidor, lo ascenderé a comandante o incluso a general. Su tribu también será colmada con regalos del Rey Bestia.
Si hubiese sido antes de que la Reina Cisne entrara en su reino, los soldados estarían extasiados al saber que podían obtener tal increíble recompensa. Hoy en día, todo en lo que podían pensar era en la condición de su Reina.
¿Y si ella estuviese demasiado triste por toda la situación, demasiado angustiada, y luego muriera? Los soldados darían la vuelta a su Rey y comenzarían una rebelión, incluso a costa de sus vidas.
Suprimiendo su pensamiento, respondieron positivamente;
—¡Entendido, su majestad!
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