—No creo que eso sea lo correcto. Estoy segura de que ustedes dos tienen secretos que no debería conocer —rehusó Long Xiurong. Sin embargo, en el fondo, tenía curiosidad por saber si la Reina Swan había escrito algo sobre ella porque había prometido ayudar a Long Xiurong y a Roca a estar juntos.
—No tengo nada que ocultarte, Lady Long —afirmó Roca—. Creo que es justo ya que has mantenido en secreto mi presencia. Siempre podrías haberle dicho a Su Majestad acerca de mi presencia, pero no lo hiciste. Así que, confío lo suficiente en ti.
Long Xiurong vaciló unos segundos. Miró a Roca como buscando asegurarse. Roca tomó suavemente su mano y la guió para sentarse en el borde de la cama mientras él se sentaba junto a ella.
En realidad, a él no le importaba si Long Xiurong conocía el contenido de la carta o no. Lo hacía para tener una razón para sentarse junto a ella y aspirar el aroma alrededor de su nuca.
