—Por favor, dime qué promesa le hiciste a Madre —Cynthia sujetó su mano entre las suyas, sus ojos llenos de urgencia. Necesitaba respuestas, desesperadamente. Tal vez él tenía el conocimiento que había estado buscando en los libros de magia.
Vincent, que siempre había estado dedicado al estudio de la magia e insistió en convertirse en profesor de magia, podría haberse adentrado más en este campo de lo que ella jamás había hecho. Después de todo, ella había estado evitando la magia durante años.
—Por favor respóndeme —suplicó, su voz temblorosa, un suspiro escapó de sus labios—. Su corazón latía acelerado, atrapado entre la emoción del descubrimiento y el temor de los secretos que podría descubrir —Necesito saberlo. Es muy importante para mí.
Ella esperó, pero su hermano permaneció en silencio —No te quedes en silencio —insistió.