—Bajo el cielo sombrío, la lluvia caía sin ningún signo de detenerse. Una multitud de nobles se encontraba alrededor del ataúd negro, sus sirvientes sosteniendo paraguas para ellos mientras cada uno colocaba un lirio blanco sobre él, vestidos con ropas oscuras. Pronto, no quedó espacio en la oscura caja, cubierta de flores blancas.
—Los miembros de la familia real lloraban, incapaces de controlarse, sus cálidas lágrimas mezclándose con el agua fría de la lluvia.
—Lucian estaba al lado de Cynthia, justo como en el pasado.
—Nada ha cambiado... Todo sigue igual... Excepto que esta vez, sé quién es la mujer dentro del ataúd.