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Como un sueño

kimyelerol
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Chapter 1 - Capitulo 1: "La Histora"

Sí, aquí estoy.. mirando el mar.

^Tok, tok^

— ¡Hola, hermanito! ¿Cómo estás?

— Bien, estaba cocinando algo. ¿Tienes hambre?

Respondí esperando un "no" por respuesta.

— ¡Claro! ¿Por qué no?

— Bien, prepara la mesa.

Es usual que mi hermana quiera pasar tiempo conmigo. No es que no me guste, pero lo hace con la peor de las intenciones. Y es que, una vez, casi muero ahogado.

Eso fue hace mucho tiempo. Dijeron que mi cerebro se lastimó y que por eso tuve "visiones" que no eran reales. Pero yo sé lo que vi, y seguiré esperando volver a verla.

— ¿Y cómo vas con la tienda?

— Bien, ya tengo un encargado y pronto no tendré que ir a supervisar. Lo hace bien, solo quiero asegurarme de que todo esté listo para cuando no tenga que ir más.

— Ah, y… ¿todo bien? Me refiero a que si has tenido más pesadillas.

Ella piensa que son pesadillas, pero solo son recuerdos. Muchas veces me levanto asustado por revivir ese trauma. No me gusta el agua, pero vivo al lado del mar. ¿No es raro?

— Lilly, te pido de favor que dejes de hacer eso. Pasó hace años y sigues pensando que estoy loco.

— No es que lo estés, pero me preocupas. Pasas mucho tiempo solo, y hasta has dibujado lo que crees que viste. Pienso que podrías incluso vender un libro, ya que esas cosas no existen.

Ironicamente, me gusta pensar que todos piensan que estoy loco. Así tengo más tiempo de estar solo, porque las demás personas no se quieren acercar a mí.

— Está en el pasado, Lilly.

Y mientras se alejaba en su vehículo rojo, pensé: ¿por qué no ir a ver el mar?

Resulta que cuando era pequeño, tuve un accidente en un acantilado.

Estaba en el bosque que queda al lado de mi casa y escuché un sonido muy bonito, como de campanas. Cuando llegué a la orilla, vi algo que parecía un delfín, aunque no lo era. Me acerqué más para poder identificar qué animal era, pero de repente, caí. Cabe mencionar que las olas estaban muy fuertes en ese momento y ya casi eran las 7 de la noche.

Con toda la desesperación del mundo, intenté salir a respirar, pero no conseguí ni un solo respiro. El agua me envolvía, y con cada intento de elevarme a la superficie, el mar me arrastraba más hacia abajo. La presión en mi pecho era insoportable. Cada vez que intentaba inhalar, solo sentía agua, fría y salada, llenando mis pulmones. El dolor en mi pecho era tan intenso que parecía que mi cuerpo se iba a romper. Los segundos se alargaban como horas.

Sentí cómo el agua entraba en mi garganta, esa sensación de ahogo mezclada con el pánico que no podía controlar. Mis pulmones ardían, se contraían, y mi mente comenzaba a nublarse. No podía pensar en nada más que en el deseo insaciable de respirar, pero la única respuesta del mar era más agua, más oscuridad. La presión en mi pecho me aplastaba, y cada intento de luchar solo me agotaba más. Mi visión se oscureció y, por un momento, creí que todo se acabaría allí.

Entonces, cuando ya no podía más, sentí una presencia. Su toque era frío, pero firme. Me agarró por el brazo, con una fuerza inexplicable, y comenzó a arrastrarme hacia la orilla. Un dolor agudo recorrió mi pecho, como si mis pulmones estuvieran luchando por expulsar el agua que los llenaba. Mi garganta estaba cerrada, ahogada en ese líquido que no podía sacar, y el dolor se volvía insoportable. A pesar de que mi cuerpo ya no respondía, sentí su tirón, su empuje, y supe que no estaba solo.

Cuando finalmente llegué a la orilla, mi cuerpo se desplomó, como si las fuerzas me abandonaran por completo. La sensación de respirar aire fresco, aunque dolorosa, fue como un alivio que no puedo describir. Mis pulmones seguían luchando, pero ya podía respirar, aunque de manera entrecortada y tortuosa.

Solo cuando mi visión se aclaró por completo, vi cómo una figura desaparecía entre las olas. La cola de algo… alguien. ¿Una sirena? Mis manos temblaban mientras tocaba mi cuello, intentando vomitar el agua, pero no podía dejar de pensar en ella. ¿Realmente me había salvado? Nadie creería lo que había pasado, pero yo sabía lo que vi. Aunque mi mente me decía que lo alucinaba, mi corazón aún guardaba el eco de su toque.

Fue todo como un....

Sueño.

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