Sarah llegó a la casa de la manada para encontrar a Caidan. Sin Khaos, Bryden y también Gayle, quien acababa de ser ascendido a Gamma. Era muy obvio que Caiden era quien tenía el poder en este pacto en este momento.
Esa era la razón por la que si había alguien que pudiera mover al guerrero y llevarlos a la guerra, sería él.
—Sarah, no puedo hacer eso —Caiden miraba a Sarah desesperadamente.
—¿¡Por qué no puedes hacerlo?! —Sarah se veía agitada, parecía que iba a llorar mientras el bebé en sus brazos se movía incómodo, como si el pequeño pudiera sentir la desesperación de su madre.
De hecho, Sarah estaba lo suficientemente desesperada como para instar a Caidan a entrar en la batalla.
—Por favor, por favor, no puedes hacer esto. Sabes lo que él hizo —Sarah colocó a su bebé en la línea de visión de Caiden y esto lo hizo sentir bajo presión.
