A pesar del esfuerzo de Rosa por esconder su cuello desnudo de la marca de Logan, no podía ocultárselo al rey, él podía ver claramente que Logan aún no la había marcado. Demonios, ni siquiera la tocaba y cada vez que estaban juntos, él siempre parecía muy enojado con ella, como si le guardara rencor.
Rosa no entendía por qué él actuaba de esa manera, no era como si los dos hubieran entrado en esta unión por su propio deseo. Solamente era una formalidad. Dacre quería atar aún más al reino de Wolfdale con su unión a uno de sus alfas.
—Es… hay un problema interno —dijo Rosa sin ofrecer ningún detalle.
Ella estaba un poco avergonzada y Dacre debió haberlo notado. El rey simplemente asintió. —¿Quieres que hable con él?
—No, mi rey. Gracias por la oferta, pero creo que será mejor si lo manejo por mi cuenta.
Dacre asintió de nuevo, reconociendo sus palabras. —¿Necesitas algo más?