Ambos estaban en pleno placer cuando alguien entró a la habitación al escuchar las voces apagadas dentro y para su horror, era el beta real.
—¿Qu- qué...? —Leonard se quedó sin palabras al ver la escena ante sus ojos.
La reina estaba inclinada sobre la mesa, completamente desnuda, con Killian de pie detrás de ella, en medio de un empuje, también medio desnudo. Incluso las personas ciegas podrían entender lo que había ocurrido aquí.
Empujando a Killian lejos de ella, Nycta se apresuró a bajar su vestido, palideció. —Esto... esto no es lo que parece... —tartamudeó, su mente corría buscando una excusa que pudiera sacarla de esta situación, pero no encontraba nada. —Beta Leonard, esto es... esto no es...
El beta real finalmente salió de su shock cuando Nycta ya estaba frente a él, agarró su mano y se arrodilló. Lágrimas corrían por sus mejillas, mientras hablaba incoherentemente, pidiendo misericordia.