Las escrituras decían que la cicatriz que dejase tu compañero aparecería como un lunar en tu próxima vida. Zuri quería aprender rápidamente el lenguaje del licántropo para poder leer las escrituras y tener más información sobre él.
—Pero tú no me diste esta cicatriz —Zuri observó sus cicatrices—. Estas no son tuyas.
Khaos presionó su muñeca contra sus labios, no dijo nada al respecto. Pero para él, ella obtuvo la cicatriz por su causa. Él fue quien puso la cadena de plata en su muñeca.
—Pero, la marca de ti servirá, ¿verdad? —Zuri se iluminó cuando se dio cuenta de esto—. Me marcarás, ¿cuándo me marcarás?
—Cuando sea el momento adecuado —Khaos apartó el cabello de su rostro—. Acerca de lo que sucedió...
La sonrisa en los labios de Zuri desapareció, se mostró a la defensiva. —No me gusta él. Me amenazó. Dijo que iba a matarme.