Desde que Khaos era el último licántropo, significaba que nunca encontraría a su compañera destinada, por lo que su apego a la Concha era lo más cercano a ello.
Y ese era el hecho que preocupaba a Rhett en el momento en que Khaos empezó a mostrar su lado sobreprotector hacia Zuri. Era sabido que los licántropos eran muy protectores con su compañera, con su familia. Nunca se saldrían del vínculo que habían creado con su otra mitad.
Y por lo visto, Khaos había creado inconscientemente ese vínculo con Zuri. El apego que sentían el uno por el otro ayudó en ese caso.
Por lo tanto, cuando Elías le contó a Rhett sobre cómo Khaos estaba reticente a infligir la maldición sobre Zuri, supo lo que pasaría si no intervenía.
Si no podían hablar con Khaos, entonces la única opción era permitir que fuera Zuri quien lo deseara. Rhett conocía a su hermana...