Khaos le hizo señas para que se acercara a él y ella lo hizo. Se le acercó y se sentó en su regazo. Lo sorprendió con su osadía, pero no debió esperar menos de ella.
—¿Le has puesto nombre al lobo? —preguntó Khaos.
El repentino cambio de tema sorprendió a Zuri, pero lo acogió con agrado. —Todavía no. No sé cómo nombrarlo.
Khaos acariciaba la cabeza del lobo, mientras Zuri reposaba su cabeza en su hombro, inhalando su aroma. Disfrutaba estar tan cerca de él de esta manera.
—¿Qué te parece 'Sombra'? —sugirió Zuri.
—¿Sombra? —Khaos alzó una ceja—. Contradice el color de su pelaje.
Al igual que las personas, su apariencia a veces podía engañarte. La mayoría de las veces, no sabías qué tipo de oscuridad dominaba sus pensamientos.
—Me gusta 'Sombra'.
Khaos asintió. —Sombra' será entonces —no discutió con ella—. Después de todo, era su lobo, él se lo había dado—. Me gusta el nombre.
Zuri sonrió radiante al escuchar eso. —Tu nombre es Sombra ahora.