—Espera, ¿cómo? Detente Eva, ¿qué quieres decir? —exclamó Ann.
Ann sacudió la cabeza incrédula mientras se alejaba del panel de cristal contra el que Adam la había presionado momentos antes.
—Bueno, sabía que algo no estaba bien en cuanto todo comenzó. No tenían ningún motivo para estar allí. Así que después de que todos se fueron y comenzamos a limpiar, los guardias que Alfa Nocturne dejó aquí para ti, se ofrecieron a ayudarme a limpiar. Mateo es encantador, por cierto, ¿sabes? ¿El gran bola de pelo malhumorado? —comentó Eva.
Ann soltó una carcajada ante la mirada incrédula de Adam mientras él, en silencio, movía los labios para repetirle las palabras '¡¿Gran bola de pelo malhumorado?!' acompañado de un elaborado gesto con la mano.
—Sí, continúa —respondió Ann pacientemente.