—Deja de mirar a mi Luna. —Adam gruñó con enojo mientras Allen lo miraba con incredulidad.
Se retorció de repente y se liberó del agarre de Adam antes de alejarse un poco de él y quedarse mirando entre ambos.
—¿Desde cuándo te volviste tan posesivo? —preguntó, mirándolo con recelo.
Adam respondió con un gruñido mientras los ojos de Allen se desviaban a la marca obvia en su cuello y él señalaba emocionado, con los ojos bien abiertos en incrédula sorpresa.
—¿Cuándo... Qué… Espera! ¡Estás marcado! ¿Qué?! ¿Estás..?! No… —tartamudeó mientras una miríada de emociones y preguntas revoloteaban en su rostro.
Ann se rió y se acercó a Adam con la sábana aún envuelta firmemente alrededor de ella. Adam gruñó advirtiendo y la atrajo hacia su lado envolviendo su brazo alrededor de ella mientras miraba peligrosamente a Allen.