—Siéntate. Come —ordenó Allen mientras Ann lo miraba furiosa.
—¿No debería ser 'Siéntate y come, tu Alteza'? —soltó una risita burlona Lexi mientras Ann le lanzaba una mirada que claramente le decía que se callara.
—Allen suspiró y se pasó las manos por el cabello, claramente un poco estresado.
—Mira, si no me aseguro de que comas, Adam me va a matar... sin mencionar a su lobo... y a mí me gusta bastante tener la cabeza unida a los hombros, gracias —explicó Allen—. ¿Él ya sabe algo?
—Bueno, apenas he tenido tiempo de decírselo... —respondió Ann débilmente mientras Allen levantaba una ceja interrogante hacia ella.
—¿Así que tuviste tiempo de enviarle un mensaje a Lexi y no a Adam?
—Escucha, no hay mucho que él pueda hacer desde tan lejos, ¿verdad? Además, no quiero distraerlo si está en medio de algo. Y preferiría mucho que se enterara cara a cara en lugar de por mensaje o llamada —respondió bruscamente Ann.