—Quería hablar contigo sobre el bloque de oficinas que compraste para mí en realidad —dijo Ann en cuanto se tragó su bocado de tocino.
Adam tomó un sorbo de su taza de café mientras se recostaba en la silla y asentía lentamente.
—Vale... ¿has decidido qué vas a hacer con él? —preguntó con curiosidad.
—Bueno, en realidad... Estoy en dos mentes. Aunque me hubiera encantado dirigir un nuevo negocio de bienes raíces allí, es un poco redundante ahora que tenemos el control de la compañía de mi padre, ¿no? Parece tonto estar en competencia directa entre nosotros y ellos ya tienen una lista de clientes establecida y buena reputación. Así que estaba pensando en otras opciones en realidad.
Adam asentía mientras ella explicaba y podía ver la sabiduría en su proceso de pensamiento.
—Entonces en realidad, al menos para empezar, me preguntaba ¿cuáles son tus planes para Lexi?
Adam casi escupe su café de la risa al mirarla incrédulo con un brillo en su ojo.
