Punto de Vista de Sophia
Bajé corriendo las escaleras en cuanto escuché que se abría la puerta principal.
Pude oler el aroma de mi compañero y un escalofrío me recorrió la espina dorsal.
—Está vivo, Sophia, cálmate —oí suspirar a Lex incluso antes de que me viera.
Escuché la risita de mi compañero y mi corazón se aceleró. Finalmente llegué al final de las escaleras y lo vi.
Era perfecto. Nunca me cansaría de mirar su hermoso rostro. Se me cortó la respiración y no pude apartar la vista de él. Quería saltar a sus brazos y besarlo. Quería sentir su cuerpo cerca del mío. Quería sentir sus suaves labios sobre los míos.
—Cierra la boca, Sophia —murmuró Lex, haciendo que parpadeara y apartara la vista de mi compañero.
¿Estaba enojado conmigo?
—¿Por qué me llamas Sophia? —pregunté, frunciendo el ceño—. ¿Está todo bien?
Solo me llamaba Sophia cuando estaba enojado conmigo. Siempre fui Fia y él siempre fue Lex.