*Michael*
Toqué ligeramente la puerta del bungalow de Lauren, sintiendo un atisbo de nerviosismo dentro de mí. La idea de pasar tiempo con mi hija fuera de las paredes del complejo no debería ser tan inquietante, pero nunca habíamos sido cercanos incluso antes de nuestra pelea. Sin embargo, estaba decidido a arreglar eso.
Sonreí al ver la corona de conchas colgando de la puerta, parecía que ella misma la había hecho. Me impresionó mucho lo creativa que era.
Cuando Lauren abrió la puerta, su sorpresa fue evidente, pero me saludó con una cálida sonrisa, sus ojos brillaban con curiosidad.
—Hola, Papá —dijo Lauren.
—Hola, solo me preguntaba si estabas ocupada hoy —pregunté.
—Oh, ¿necesitas que cuide a los gemelos por ti? —preguntó Lauren, y de inmediato me sentí un poco culpable.
—No, no. Solo me preguntaba si podríamos pasar un tiempo juntos hoy. Pensé que podríamos bajar al pueblo y almorzar —expliqué.