—¿Michael? ¿Qué haces aquí? —dijo Marmie.
Estaba de pie frente a la puerta de su ático en Ciudad de Nueva York. Tenía a mi equipo de seguridad vigilando su lugar para avisarme tan pronto como ella regresara de Londres. Marmie estaba frente a mí con un envoltorio rosa chillón decorado con plumas alrededor de los puños y el dobladillo.
—Necesitamos hablar sobre Lauren —dije, esperando que esta afirmación me permitiera entrar sin muchas más preguntas.
Estaba decidido a hacerle saber a Marmie que yo sabía todo sobre su implicación y la de Lauren en el intento de Blaine de asesinar a Shelby y a mí. No quería comenzar una pelea a gritos en el pasillo, pero lo haría si era necesario. Marmie levantó las cejas y se envolvió más fuerte con su manto, pero retrocedió y me dejó entrar.
Pasé por la brecha y me dirigí a su sala de estar, que estaba hecha un desastre. Ropa descartada colgaba sobre los sofás y bolsas de compras llenaban cada superficie sólida.