—Hey, justo iba a llamarte —dije, contestando la llamada con una sonrisa en la cara.
—Bueno, eso es buena suerte. ¿Ya terminaste de empacar? —me preguntó Michael.
—No, de hecho sobre eso te iba a llamar. Todavía no estoy segura de qué empacar porque realmente no sé qué vamos a hacer. Pero tengo que darme prisa; mi tren sale en apenas unas horas.
—Ha habido un cambio de planes; no vas a tomar el tren. Voy a enviar a mi conductor, Lance, para que te recoja. Debería estar allí pronto. En cuanto a qué empacar, prepárate para el frío. De hecho, tengo que colgar, pero te veré pronto.
—Oh, está bien. Te veo pronto —respondí, más que un poco confundida por los cambios repentinos.
—Te amo, Shelby.
—Yo también te amo —dije, colgando el teléfono.
—Buenas tardes, señorita Shelby. Es un gusto volver a verla —dijo Lance mientras tomaba mi maleta.
—También es un gusto verte a ti, Lance. ¿Algunos planes grandes para las fiestas? —le pregunté mientras me abría la puerta yo misma.