—Ese bikini es muy bonito. Lo he dicho una vez y lo diré otra vez. Michael es un hombre con mucha suerte —dijo Lin mientras yo doblaba la parte superior de un bikini azul claro en mi maleta.
—¿Crees que le gustará? —pregunté mientras mis mejillas se calentaban con la idea de una semana entera a solas con Michael.
Habíamos estado manteniendo la relación a larga distancia con llamadas nocturnas y breves viajes de fin de semana para vernos. Michael me había rogado que me tomara unas vacaciones con él durante mi descanso de Acción de Gracias, pero la culpa de dejar a mi abuelo solo durante las fiestas acabó con esa fantasía.
—Shelby, a Michael le gustarías con cualquier cosa. No sé por qué te preocupas tanto por lo que vas a llevar. Si yo tuviera un rico zorro plateado increíblemente que me llevase a unas vacaciones de una semana a Maui, estoy bastante segura de que estaría desnuda todo el viaje —Lin respondió con un brillo travieso en sus ojos.