Mientras tanto, en la villa de la familia Jules...
Howard estaba sentado en la mesa del comedor, tomando café y leyendo el periódico.
Era fin de semana, así que no tenía que ir a trabajar.
Zoey bajó de arriba y lo saludó con una sonrisa. —Buenos días, papá.
Howard la miró y dijo con una mirada cariñosa en sus ojos —¿Por qué te has vestido tan elegante hoy?
Desde un lado, Charles añadió rápidamente —Papá, ¿cómo puedes decir eso? ¿Cuándo no está bonita Zoey? ¿Verdad?
—¡Charles!
Zoey pisoteó el suelo con un aspecto tímido en su rostro. —¡Tú y papá son iguales! ¡Solo saben burlarse de mí!
—Solo estamos diciendo la verdad —respondió Charles con una sonrisa. Después de eso, dio un codazo a Bernard, que estaba sentado en la mesa del comedor comiendo en silencio. —Tú decide, Bernard. ¿Tengo razón?
Bernard levantó la cabeza y lo miró con calma.
Su aura era algo opresiva.
Nadie tenía permitido invadir su espacio. Parecía frío y distante.