—Su miembro golpeaba contra mi útero y me hacía sentir tan revuelta por dentro. Se sentía como demasiado —Hayden me miró con una sonrisa burlona, antes de embestirme aún más fuerte que antes—. Él lo hacía sin parar y mis caderas no dejaban de moverse empujando hacia arriba para encontrarse con sus embestidas a mitad de camino.
—Esas caderas se mueven muy bien... —comentó Hayden mientras pasaba su mano por mi muslo izquierdo hasta mis caderas.
Después de golpearme profundamente desde varios ángulos, Hayden empezó a levantar mis piernas hacia arriba antes de colocarlas sobre sus hombros. Su cuerpo se acercó aún más al mío, y podía sentir sus caderas presionando contra mí.
—Si hacemos esto, entonces puedo follarte aún más profundo que antes —dijo Hayden como si me informara.
—Hayden... Ahhh! No... Ahhh! —grité en voz alta por el placer intensificado.