Los siguientes dos días transcurrieron como deberían haberlo hecho. Mi hermano finalmente volvió a la normalidad y Trixie recuperó al compañero que había anhelado toda su vida. Verlos juntos y de vuelta a como se suponía que debían ser era una imagen conmovedora. Me alegraba que se tuvieran el uno al otro y, por una vez, podía ver que Trixie empezaba a parecerse a su antiguo yo, lo que también me complacía.
Lo único que no me gustaba era el hecho de que, por más que intentara encontrar una forma de ayudar a Damian, no iba a suceder. En cambio, lo vi enfermar más con cada minuto que pasaba, intentando pasar el tiempo que pudiera con su nieta. Mientras esperaba y rezaba para que las cosas no tuvieran que terminar de la manera en que lo estaban haciendo.