—¿¡En qué demonios estaba pensando?! —En el momento en que entré en la cabaña y vi a Finn complaciendo a Cassie, me vi invadido por el impulso de observar su pasión desplegarse. No quería apartar la mirada e incluso reuní el valor para participar y ayudar.
—La forma en que su cuerpo se entregaba a él, y la forma en que ella le complacía tan dispuesta mientras yo guiaba su cabeza permitiéndole tener solo lo que yo quería que tuviera... eso hizo que mi polla se pusiera más dura de lo que jamás había estado antes.
—Por supuesto, yo era un dragón y era típico que criaturas como yo acabáramos tomando múltiples parejas pero de ninguna manera Cassie era mi pareja. Era imposible que algo de esto fuera jodidamente posible. Sin embargo, cuando ella llegó al orgasmo y él la llenó, tuve que usar todas mis fuerzas para no reclamarla yo mismo y mezclar mi semilla con la suya para asegurar que llevara un hijo.