—Dos Años Después
Cassie.
—Chica, estoy tan feliz de que estas estúpidas clases ya casi terminen —dijo Melissa con emoción al otro lado del teléfono. Habíamos sido amigas desde que tengo memoria, y aunque ambas habíamos pasado por algunas locuras, estaba feliz de tener a esta chica como mi mejor amiga.
—Sí, pronto pasaremos a cosas más grandes y mejores.
—No me lo recuerdes —se quejó mientras yo seguía sosteniendo diferentes camisetas frente a mi cuerpo delante del espejo largo en mi habitación—. No podré hacerlo sin ti.
—¿Sin mí? —la confusión se instaló antes de que me escapara la risa por su tono dramático—. ¿De qué hablas? No voy a ningún lado excepto a la universidad contigo. A menos que planees hacerlo con otra chica. En cuyo caso, digo, necesitaré saber su nombre, para saber exactamente a quién joder después.
—Oh, Dios mío, para —suspiró—. Sabes de lo que estoy hablando.