—Han pasado tres días desde que Ivy tuvo a los niños, y Damian fue declarado desaparecido. No estaba seguro de qué esperar, pero entré en mi papel de alfa de la manada para asegurarme de que todo funcionara sin problemas.
—Fuimos a la cabaña donde supuestamente Damian se encontró con la vidente. No fue difícil encontrar la ubicación con la información que había dejado en su escritorio. Sin embargo, en cuanto llegamos, estaba claro que la mujer se había ido hace mucho, lo que fue suerte para ella, considerando que la habría hecho pedazos para encontrar a mi hermano.
—La desalentadora sensación de volver a casa con las manos vacías no era algo que quisiera experimentar de nuevo. La mirada en los ojos de Ivy cuando abrió de golpe la puerta principal solo para descubrir que Damian no estaba con nosotros... me atormentaba la mente.
—¿Ha habido algún signo reciente? —pregunté a Talon, quien entró por la puerta de la oficina con un aspecto más sombrío que el día anterior.