—Dicen que cuando conoces a la persona con la que estás destinado a estar en tu vida, te hacen sentir como si el tiempo se detuviera para estar con ellos, y con James, eso es exactamente lo que sucedió. Sus manos sobre mi piel me prendieron fuego, y lentamente los gemidos escaparon de mis labios.
—Mientras sus manos se deslizaban por mi cintura, agarró mi trasero, levantándome en el aire mientras yo enrollaba mis piernas alrededor de su cintura. Todo era como una segunda naturaleza, y todo lo referente a ello hacía que quisiera hacer cosas que solo había visto en películas.
—Sus labios sobre mi piel, nuestros dedos arrancando la ropa de nuestros cuerpos...
—Más y más, le rogué y le supliqué que me hiciera cosas de las que solo había soñado.
—James... —le supliqué mientras su lengua me tocaba y acariciaba—. No puedo llegar otra vez... te necesito.