—¿Qué está pasando...? Zak... sabe, ¿no es así...?
—Zak... yo... —Empecé a hablar pero Zak no me prestaba atención. Sus ojos estaban fijos en Reiner.
—Sí, Master Zak —respondió Reiner antes de hacer una reverencia educadamente.
—Eso es bueno de escuchar. Natalia puede ser muy necesitada, ya sabes. ¿Verdad, Natalia? —Zak continuó bromeando mientras se giraba hacia mí.
—¿Qué está diciendo? ¿Por qué Zak dice estas cosas frente a Reiner?
—Zak... —llamé su nombre con preocupación. No era Black Zak quien hablaba; era Zak... entonces, ¿por qué está diciendo estas cosas?
—Tienes que prestar atención a cada una de sus necesidades, Reiner. Natalia y yo, no solo lo hacíamos todos los días; también lo hacíamos en todas partes... —Zak seguía hablando casualmente mientras se encogía de hombros un poco.
—Basta... Zak —suplicé mientras agarraba su brazo.
—No te preocupes, Natalia. Reiner ya lo sabe, ¿no es así? —Zak respondió sin inmutarse.
