—R... no estarás conmigo para siempre, ¿verdad? Entonces, al menos mientras todavía estemos juntos... ¿podemos...? —dije sin dudar antes de enlazar mis brazos alrededor de su cuello para atraerlo y darle un beso.
En el momento en que aplasté mis labios contra los suyos, empecé a lamer sus labios y pronto su lengua salió entre ellos para encontrarse con la mía. Besarlo a Reiner se sentía intoxicantemente bien. Él besa tan bien y sus besos me calentaban hasta el núcleo. Pasé mis dedos por su suave cabello mientras disfrutaba de nuestro tierno beso.
—Natalia... —Reiner pronunció mi nombre entre nuestros besos. Si eso era una señal de protesta, no era muy convincente.
—Te deseo... R —susurré mientras él cambiaba el ángulo de nuestro húmedo beso.
Reiner se detuvo, claramente sorprendido por mi declaración audaz antes de empezar a reírse un poco de mí.
—Eres una chica muy decidida... —Reiner me provocó antes de continuar besándome más agresivamente esta vez.