—¿Cómo está mi princesa? —preguntó Eduardo a través del teléfono. Finalmente, había logrado ponerse en contacto con Reiner. No encontraba una oportunidad para conocer a Natalia y eso lo estaba poniendo ansioso.
—Ella está bien. La discusión que tuvo con Lucien parece haberse calmado. Si las cosas van bien, pronto debería estar libre para dejar la casa —respondió Reiner sin ninguna emoción.
—Dudo mucho de eso. No conoces a mi hermano tan bien como yo. Si pudiera, la mantendría bajo llave y cadenas con él para siempre en esa casa —afirmó Eduardo fríamente. Nada que parece ir bien necesariamente está yendo bien. El agua tranquila puede estar tranquila solo en la superficie.
—¿Cuál es el propósito de esta llamada? —preguntó Reiner. Quería llegar al punto inmediatamente.
—Escuché que Natalia fue a ver a la Doctora Greta. ¿Qué dijo acerca del caso de Natalia? —preguntó Eduardo.
—¿Cómo supiste eso? —preguntó Reiner a cambio. Eduardo parece saber todo lo que está pasando.