—Espera Fobos, antes de que te vayas solo necesito decir que —él arranca su extremidad de mis manos como si yo fuera una hembra ordinaria que lo ha tocado y no su Drahá. Con una severa mirada de desprecio dirigida hacia mí que me hace retroceder, fuerza la apertura de la puerta y entra mientras yo me quedo afuera sin suficiente coraje o fuerza para seguirlo y ver su reacción al saludar a su macho por primera vez. De hecho, sangrará como dijo Lumina y sé que no puedo soportar verlo.