Hay de nuevo un profundo silencio que sigue a sus palabras, pues ella lo está meditando y Cronos le da tiempo, siendo paciente con ella.
—Muy bien, estaré allí pronto y entonces podremos hablar —ambos suspiramos aliviados. No estoy seguro de lo que hubiera hecho si ella se negara; creo que tiene un plan de reserva. Parece ser mi única vía de escape.
—¿Necesitas que te recoja?
—No, eso sería un riesgo ya que deseas el secreto. Puedo conducir hasta allí, déjame solo tomar a Kal de su cuna y hacer que duerma junto a su padre para que esté distraído y no busque mi presencia por un tiempo.
—Gracias, Lumina.
—Sabes que te amo, Cronos, haría cualquier cosa por ti. Nos veremos pronto —en cuanto él termina la llamada y mete su teléfono en el bolsillo trasero, entrelazo mis dedos ansiosa sobre mi regazo esperando sus próximas instrucciones.