—La puerta principal siempre estaba completamente abierta y los lobos podían distinguirlos desde afuera —dijo ella—. De alguna manera, aún seguía lo que una vez me entrenó, no cerrar puertas con otro macho que no fuera él.
—Dando pasos lentos camino sola de vuelta a casa, un repentino sentimiento de soledad me llena porque sé que no volverá para la cena, permanecerá al lado de Moira hasta que esté satisfecho de que ella esté bien y seguramente revisará cómo está Argus en el camino de regreso —reflexionó ella—. Incluso podría no regresar durante la noche, quizás necesite dormir sola en mi fría habitación.
—Simplemente está haciendo su deber como su Alfa, lo sé, pero no me entiendo a mí misma. Estos nauseabundos sentimientos que surgen dentro de mí, desearía quemarlos porque no soy ese tipo de hembra —confesó—. Un lobo está sufriendo y ¿todo en lo que puedo pensar es por qué mi macho es amable con ella y no conmigo? A veces soy una hembra tan superficial.