—Si tu macho encontrara tus labios indeseables, ¿desearías cuestionarlo al respecto? ¿Oír la verdad derramarse de su boca sobre por qué parece encontrarte así? Las numerosas suposiciones escandalosas sobre ti que él considera verdaderas, ¿tu corazón podría soportarlas?
—Quizás una podría, pero yo sabía que no sobreviviría esos acusatorios ojos azules de él, así que elegí huir y esconderme de mi pareja. De alguna manera, sentía que era mi culpa que él creyera mi pasado de esa manera pero, al mismo tiempo, estaba enfurecida con él. Si no hubiéramos crecido juntos como amigos de la infancia y nos hubiéramos conocido por destino como extraños, trataría de entenderlo.