—Abrir —pronuncia Fobos con voz baja y sonora mientras dirige el tenedor hacia mi boca, que aún no ha terminado de masticar los huevos revueltos bien cocidos.
Trago mi bocado y abro la boca para el siguiente mientras me recuesto para dejar reposar mi cabeza cansada en su hombro, mis ojos parpadeando cerrados, ahogándome en el agotamiento. He estado muy lenta estos últimos días, Fobos pensó que estaba enferma pero estoy bien, solo que los preparativos para la celebración de la manada están drenando mi energía ya que estoy constantemente de pie desde temprano en la mañana hasta tarde en la noche.