Una vez dentro, Fobos me lleva rápidamente al baño y me acomoda bajo la cálida ducha que limpia mi piel manchada de sangre. Debía haber una razón para verter sangre de animal sobre mí, un cierto significado detrás de ello, pero estoy demasiado exhausta para preguntárselo, abordaré esto con él más tarde. Lo que sentí cuando ella esparció el líquido caliente en mi abdomen no puedo ponerlo en palabras, sin embargo, en este momento de alguna manera me siento energizada y renovada, lo cual me confunde.
—¿Te duele? —preguntó él.
—En absoluto. Me siento bien. ¿Te duele a ti? —respondí.