—¿Dónde diablos has estado? —fue lo primero con lo que Leonica fue recibida cuando entró en su casa, seguido por la cara preocupada de Owen—. Ocho horas, cincuenta y tres llamadas perdidas y justo ahora apareces.
—Lo siento mucho, Owen. Fui a la iglesia a encontrarme con Florence pero luego Irene llamó y
Su explicación fue interrumpida cuando Owen se colocó frente a ella y agarró su barbilla, sus ojos se oscurecieron al ver un moretón en su mejilla.
—¿Quién hizo esto?
—Owen
—Dije, ¿quién te hizo esto? —repitió y ella suspiró.
—Irene.
—¿Tu media hermana? —Owen escupió y Leonica asintió—. Ella es la que secuestró a mamá, pero no te preocupes, pude rescatarla.
—¿Rescatarla? —Owen murmuró, ni siquiera seguro de por dónde empezar a abordar la explicación que Leonica acababa de darle.
Ella llegó tarde porque fue a rescatar a su madre de las garras de su media hermana y también consiguió el moretón en su cara mientras lo hacía.