Me levanto y hago lo que mi padre dice. Tiene razón; ya es hora de que comience a parecer y a actuar como el alfa que nací para ser. Sé que muchos de los miembros de mi manada perdieron el respeto por cómo manejé las cosas con Zell. Los que tienen pareja realmente tienen un problema con que yo tuviera sexo con otra loba y casi matara al cachorro de Zell.
—Dices cachorro de Zell como si no fuera nuestro cachorro el que ella lleva. Sabes tan bien como yo que somos el padre de su cachorro por nacer. Sentimos el vínculo con ese cachorro antes de que siquiera supiéramos que ella estaba embarazada. No fue hasta que esa mujer desagradable se metió en tu cabeza que expresaste dudas, pero sé real contigo mismo. ¡Podrías haber matado a nuestro cachorro con tu tontería! —grita Emil.
—Zell misma dijo que este cachorro es solo suyo —señalé.
—¿Y la culpas? ¿Qué padre trata de lastimar intencionalmente a su propia carne y sangre? —Emil resopló.
