Ace ni siquiera le echó un vistazo, y era como si ya supiera de lo que hablaba.
—¿Te estás saltando la reunión? ¿Por qué? Llegas quince minutos tarde pero... por favor ve ahora. Es mejor que no presentarse en absoluto —le urgí en voz alta mientras alcanzaba su brazo y comenzaba a tirar de él.
—No voy a ir. ¿No tienes trabajo que hacer? Déjame en paz... —dijo Ace con brusquedad.
—¿Qué estabas haciendo aquí? —pregunté para confirmar mi sospecha.
—Estaba echando una siesta... —confesó Ace sin ningún signo de culpa.
¿El CEO Diablo estaba saltándose sus reuniones y echando una siesta aquí?!
¿Con qué estoy lidiando...?
—¡No puedes simplemente echar una siesta aquí! —espeté.
¿Por qué está echando una siesta aquí de todos los lugares?
Ahora que lo pienso, cuando lo encontré aquí el día que Kyle rompió conmigo, Ace también estaba aquí echando una siesta...
