Jiang Yexun regresó al equipo de producción, y ya había pasado de la medianoche. A pesar de haber dormido poco en los últimos dos días, sus pensamientos estaban llenos de la joven. Así que devolvió silenciosamente la bicicleta a la casa de Zhang Tiewa y se dirigió al dormitorio de la juventud educada.
Aunque sabía que no vería a su amada, estar más cerca de ella le hacía sentirse contento. Justo cuando llegó cerca de la pared, escuchó un sonido desde dentro del patio, como si alguien estuviera abriendo una puerta.
Temeroso de ser descubierto, Jiang Yexun pensó en marcharse. Sin embargo, escuchó que la persona dentro chocaba accidentalmente con algo, seguido de un gemido doloroso y maldiciones enfadadas.
La voz familiar y el nombre mencionado oscurecieron instantáneamente el rostro de Jiang Yexun. Silenciosamente recuperó el contenido de un saco y escaló la pared. Mientras la persona todavía estaba usando el baño, Jiang Yexun le dio un golpe rápido en la nuca.
