Rowane llevaba un vestido rosa que halagaba su piel clara, haciéndola lucir aún más hermosa. Edric, por otro lado, estaba apuesto con su altura. Parecían la pareja perfecta hecha en el cielo.
Al ver a Jordan e Irene caminando de la mano, Edric entrecerró ligeramente los ojos. Jordan llevaba un traje negro sin corbata. El primer botón de su camisa negra estaba desabrochado, revelando la cadena de plata en su cuello. Con su mano en el bolsillo, lucía igualmente deslumbrante.
En ese momento, Edric divisó a una mujer al lado de Jordan; ella sostenía su brazo íntimamente. La mirada de Edric no pudo evitar fijarse en ella. Era Irene; llevaba un largo vestido morado, con su cola arrastrándose por el suelo.
El delicado diamante en el dobladillo de su vestido brillaba bajo la luz. Su largo cabello negro caía sobre sus hombros como cascadas.