Edric estaba molesto cuando supo que Nathan había vuelto.
No pudo concentrarse en el trabajo en todo el día. —Ella debe estar con Nathan en este momento, ¿verdad?
—¿Qué estarán haciendo ahora? ¿Viendo una película, comiendo o teniendo sexo como cualquier pareja común?
No podía soportar esos pensamientos y agarró su abrigo y salió apresuradamente de la empresa. Condujo sin rumbo y de alguna manera llegó al antiguo barrio de Irene.
Hubo un accidente de tráfico adelante y la carretera estaba atascada. Edric se sentó en el coche, esperando que despejaran la carretera, irritado e impaciente.
—No te habría traído aquí si lo hubiera sabido. Tantos coches y gente...
Edric escuchó una voz familiar. Miró hacia un lado y vio a Irene. No estaba sola. Nathan, todo elegante y guapo, estaba a su lado.
Nathan sostenía a un niño en sus brazos. Edric no podía ver la cara del niño, ya que le daba la espalda. Irene besó al niño en su mejilla.
