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—No volveré a la Manada de Luna Sangrienta.
—¿Por qué? ¿Todavía quieres ir a la Manada de Espina Negra? Ni lo pienses. Esta vez no estaré de acuerdo —se negó Connor sin vacilar.
—Quiero regresar a mi apartamento. Roxanne todavía me está esperando allí.
—Connor sacó su teléfono y estaba a punto de hacer una llamada—. La dejaré ir.
—Annette frunció el ceño y dijo—. No lo hagas.
—Le pedí que viniera para cuidarte, pero ahora ya no necesito molestarla más.
—Annette dijo resignada—. Estás siendo tan irracional. ¿Por qué debería Roxanne hacerte caso a ti? Además, todavía no quiero volver a la Manada de Luna Sangrienta. Necesito tiempo para pensar.
—Connor dijo en voz baja—. ¿No me perdonaste? ¿Todavía hay necesidad de calmarte?
—¿Cuándo dije que te perdoné?
—Me prometiste que me contarías lo que sucediera en el futuro.