—Connor suspiró. Estuvo en silencio por un rato antes de decir:
—Está bien, te permito abrir un bar, pero si te atreves a hacer desorden, lo recuperaré.
—No lo haré —respondió Marcus con sorpresa—. Connor, no te haré arrepentir.
—Haré que Hari se encargue de eso. Regresa primero a clase —continuó Connor.
Marcus estaba feliz. Pensó: «Sé que Connor haría cualquier cosa por Annette.
¡Annette es invencible!
¡Annette es mi persona favorita en el mundo!»
Cuando Marcus caminó hacia la puerta, Connor de repente dijo:
—Espera un momento.
—Connor, ¿te retractarás de tu palabra? —preguntó confundido Marcus.
—Mantén tu distancia de Annette. No hagas que otros se hagan una idea equivocada de ustedes dos —lo miró fijamente Connor.
—Me pediste que cuidara de Annette, y no puedes culparme por esto. Además, no tengo control sobre los rumores —se sintió agraviado Marcus.