Annette se incorporó inmediatamente después de recibir el dinero. Cruzó las piernas y miró a Connor con una sonrisa.
—Dime, ¿qué aviso? —preguntó Annette.
—Levántate de la cama. Empaca y vuelve al apartamento —dijo Connor.
Annette miró la cara de Connor y pensó que finalmente él la encontraba molesta.
Se levantó de la cama rápidamente. Mientras empacaba, estaba furiosa.
Sacó su maleta y dijo con cara sombría:
—He terminado de empacar. Por favor sal. Me iré después de cambiarme.
Connor frunció el ceño y preguntó:
—¿Por qué solo tomaste tu ropa? ¿Dónde está la mía?
Annette se quedó atónita y respondió:
—¿La tuya?
—Iré contigo —Connor sintió que Annette estaba un poco extraña.
Annette se quedó quieta y pausó por segundos. Dijo:
—¿Por qué vienes conmigo?
—Yo soy el dueño de ese apartamento —Connor miró su expresión enojada y contuvo la risa.
—Firmé un contrato y pagué la renta —dijo Annette con justicia.
Connor levantó las cejas y dijo: