Annette y Zack se alejaron más, y el ambiente se tranquilizó.
Zack parecía un poco nervioso. —Annette, entiendo tus preocupaciones. Puedes pensar que no soy lo suficientemente confiable. No te preocupes. Soy hijo del Alfa, y seré el Alfa en el futuro. Si te conviertes en mi compañera, serás mi Luna. Incluso si algún día encuentro a mi verdadera compañera, la rechazaré —dijo.
Annette lo interrumpió y dijo —Zack, creo que eres bastante excepcional, pero lo siento. Ya tengo compañero.
Después de eso, Annette se dio la vuelta y se fue bajo la mirada incrédula de Zack.
Cuando Annette regresó a la oficina, Sara la examinó de arriba abajo.
Annette sonrió —Sara, ¿tienes curiosidad por el resultado?
—Creo que no lo aceptarás.
—¿Por qué pensaste eso?
—Bueno, por lo que sé de ti.
Annette asintió.
—¿Por qué te fuiste con él? La gente puede hablar —preguntó Sara preocupada.
Annette se encogió de hombros y sonrió, sin decir nada más.