—Connor miró a Annette —preguntó con curiosidad—. ¿Por qué estabas de mal humor?
—Annette se sintió culpable.
—Connor dijo—. Dímelo.
—Solo extraño a mi madre. Cuando la extraño, no quiero hablar con otros —Annette encontró una excusa casual.
—Ella continuó—. Has vuelto. ¿Y tu negocio? No esperaba que te afectara.
—Tengo una idea. ¿Quieres compensármelo? —dijo Connor.
—Annette estaba confundida—. ¿Cómo?
—Connor la levantó en brazos.
—Annette estaba ansiosa—. Siempre eres así.
—Connor entró al dormitorio y la puso sobre la cama.
—La abrazó y cerró los ojos. Estaba un poco cansado y dijo—. Estoy cansado. Quiero abrazarte para dormir.
—Annette no dijo más. Pronto, escuchó la respiración tranquila de Connor.
—Cuando Connor despertó, Annette estaba cocinando en la cocina.
—Annette le dijo—. Por cierto, ¿has visto las noticias?
—No, ¿hay algún gran evento?
—Alguien investigó sobre Daphne y se esparció por todo Internet de la noche a la mañana —dijo Annette.